martes, 31 de octubre de 2017

Diana Montero Borrás. Cuotas femeninas en altos cargos de empresas

La igualdad de género en el mundo empresarial es una utopía . Tan sólo uno de cada diez altos cargos es ocupado por una mujer. Para luchar contra ello países como Alemania o Noruega han implantado una cuota femenina. Pero, ¿es esta una buena solución?

En Noruega, donde las mujeres deben ocupar por ley el 40% en los consejos de administración, ha resultado eficiente, puesto que han pasado de representar el 22% en 2004 a un 42% en 2009. En España, con menor eficacia, se implantó la ley de la Paridad durante el gobierno socialista de Zapatero.Sin embargo, la discriminación positiva cuenta con mala prensa, y resulta  bastante polémica. Cada vez que se habla de instaurar dichas cuotas surgen voces críticas que preguntan: ¿es eso realmente igualdad? ¿Es necesario discriminar aún más (aunque sea de forma positiva) a un género históricamente discriminado?¿ esta medida no segrega aún más a las trabajadoras en lugar de integrarlas?

En mi opinión,  no es negativo dar ventaja a quien parte de una gran desventaja ( como se aprecia en la brecha salarial o en los reducidos porcentajes de mandatarias en empresas).

Pero a pesar de ello,  no creo que sea la única ni la mejor solución. Puede dar la sensación de que han llegado hasta ahí por la cuota, no por sus méritos. Para lograr una resolución a largo plazo se debe producir un cambio en la educación y en el ámbito empresarial. 

jueves, 19 de octubre de 2017

El consumismo en los jóvenes. Carlota Martin . 4ºB

El consumismo domina  a la sociedad en general, y los jóvenes en particular. Estamos bombardeados en la televisión y en internet por la publicidad. Las grandes compañías se gastan millones en campañas publicitarias. Pero, ¿les sale a cuenta?
Por una parte, deberíamos saber en qué invertimos los jóvenes nuestro dinero, o mejor dicho, el dinero de nuestros padres y las distintas pagas de abuelos y familiares. Los jóvenes consumimos y mucho. Nos gusta gastar y así lo demuestra una encuesta realizada por el INC en salir con los amigos, comprar ropa de marca, beber y fumar. La juventud derrochamos en ropa de marca porque nos ayuda a estar dentro del grupo, ser IN, queremos parecernos a nuestros ídolos. Resultado; somos una generación físicamente monótona, todos seguimos el mismo patrón.
Por otro lado, el gran ámbito de consumo son  las nuevas tecnologías y ahí se incluyen tablets, teléfonos y demás sistemas que nos permiten estar en contacto con el mundo sin salir de nuestra habitación, sin realizar el más mínimo esfuerzo. Tenemos todo a nuestro alcance pero queremos más y rápido. Estos sistemas de comunicación tienen grandes beneficios porque nos acercan a cualquier rincón del mundo. Sin embargo, también pueden resultar perjudiciales a la hora de las verdaderas relaciones interpersonales.
Personalmente, considero que consumir es necesario pero cuando pasamos la frontera de saciar las necesidades básicas y llegamos a la adicción, comienzan nuestros problemas, para resolverlos, necesitamos madurez y personalidad fuerte frente al grupo. 

Migrar por trabajo. Beatriz Arbeteta 2º B

 Los días en los que el habitante de un pueblo o ciudad tenía prácticamente asegurado su futuro en su lugar de residencia parecen haberse evaporado. Las crisis políticas, la intolerancia cultural, los conflictos bélicos o las catástrofes naturales han dejado hueco en los últimos años a un nuevo miembro en su selecto club de causas de las migraciones: la búsqueda de trabajo.
Para empezar, solo hay que fijarse en las cifras que apoyan los hechos: en el año 2013, de los 232 millones de migrantes internacionales, 150 millones de ellos lo eran por causas laborales según datos de la Organización Internacional del Trabajo. De esto han pasado cuatro años en los cuales la tecnología ha avanzado notoriamente y ha tomado partido, existiendo ya bases de datos dedicadas exclusivamente a la búsqueda de trabajo o a la obtención de la documentación que permite trabajar legalmente. Pero no todo existe dentro de la legalidad: los buscadores de webs están plagados de entradas que explican paso a paso cómo encontrar trabajo sin papeles. En la guerra todo vale. Por otro lado, ¿quiénes son los principales protagonistas de las migraciones? Los jóvenes, claro está. Las nuevas generaciones que no tienen miedo de echar a volar y abandonar la tranquilidad de la zona de confort para aventurarse en un país extranjero. La "fuga de cerebros" lo llaman. Ese proceso en el que dejamos marchar a nuestros mejores profesionales, a quienes hemos formado desde niños, para que trabajen en las superpotencias del panorama mundial en lugar de quedarse aquí realizando trabajillos de tres al cuarto. Y a la élite generacional se le unen los estudiantes promedio. ¿Por qué? Porque necesitan aprender ese idioma por el cual no consiguieron un empleo en el país que ahora tanto les echa de menos. Y luego dicen que las paradojas son solo cosa de poetas.
En definitiva, nuestra generación se ha ido acostumbrado cada vez más a la emigración en busca de empleo, tanto que ya lo aceptamos como algo prácticamente inevitable. A mi parecer, toda oportunidad laboral que se presenta hay que tomarla en consideración se encuentre en la posición geográfica que se encuentre. Al fin y al cabo, todos tenemos que sobrevivir de algún modo.